Aprovechando la esperada "fiesta del cine", me decidí a ver un western. Tuve la suerte de tener esta película en un multicine a cinco kilómetros de mi casa. Y, entre que tenía ganas de verla y que participaba en ella mi actor preferido, no lo dudé ni un momento.
En "La venganza de Jane" (Jane got a gun, Gavin O'Connor, 2016), Jane (Natalie Portman), una joven de Nuevo México, está casada con uno de los vaqueros más buscados del oeste. Pero, un día, su marido vuelve a casa malherido, acribillado a balazos por la banda del forajido Bishop (Ewan McGregor). Jane decide prepara una estrategia para vengar los ataques hacia su marido. Para ello, cuenta con la ayuda de un antiguo pistolero (Joel Edgerton), del que estuvo enamorada años atrás. Además del ataque hacia su marido, Jane tiene otros motivos para acabar con la vida de la banda.
Un western dramático oscuro, pero lleno de sentimientos, donde destaca las fulgurantes actuaciones de Natalie Portman y Joel Edgerton, que están a años luz de los papeles del resto del reparto. Pese a estar más cerca del drama que del western, se trata de una película más que correctamente realizada, con giros adecuados y una ambientación excelente.
Para no ser un género de mis preferidos, he acabado emocionándome al final de la película, casi soltando incluso alguna lágrima. Le pondría un nueve sobre diez. El único "pero" que le podría poner, sería la actuación de Ewan McGregor, que no es que lo haga mal, al contrario, sino que no me acaba de entrar por el ojo haciendo de "malo de la película". De hecho, como anécdota, puedo contar que no tenía ni idea de los papeles en la película. Pensaba que iba a ser Joel Edgerton el supuesto Bishop, y me llevé una sorpresa durante el transcurso de la película.