martes, 15 de abril de 2014

Volando a Río de Janeiro

¡Oh, Dios! ¡Hace una semana que no cuelgo nada! ¡Si es que me vuelvo de un vago...!

Bueno, pues aprovecho para comentar un poquito la película de "Rio" y su secuela "Rio 2" que está actualmente en la cartelera de nuestros cines. 




"Rio" (Carlos Saldanha, 2011) es la historia de Blu, un guacamayo azul que vive como mascota con Linda, la dueña de una librería, después de caerse del camión en el que le llevaban par venderlo tras haberlo capturado ilegalmente en la selva. Al estar acostumbrado a la vida entre humanos, Blu no sabe volar y se comporta como uno más. Al enterarse de la existencia de una posible pareja para Blu, Linda le lleva a Rio de Janeiro para cruzarlo con Perla, una guacamaya azul que solamente piensa en su libertad.

La cinta de animación es visualmente y acústicamente perfecta. Todo el colorido de las aves, las sambas brasileñas... todo. Por supuesto, no se verá nada que no se haya visto antes, pero es un entretenimiento para niños y mayores. Como todas las películas de animación, esta tiene su parte instructiva. Además de la vida de las aves, muestra la realidad, con final feliz, sobre los cazadores furtivos de aves, interesados en el dinero de la venta ilegal de estos animales. Lo cual es un problema muy grave extendido en todo el mundo no sólo con las aves, sino con cualquier especie animal.




En "Rio 2" (Carlos Saldanha, 2014), la esperada secuela de "Rio", nos encontramos con Blu, Perla y sus tres hijos viviendo en Rio de Janeiro. Decidida a que sus hijos vivan como verdaderas aves, Perla le propone a Blu un viaje a la selva. Aunque a regañadientes, Blu acepta y deciden embarcarse en un viaje lleno de aventuras. Allí conocerán a un montón de aves y, entre ellas, el intimidante padre de Perla.

Personalmente, no me puedo creer cómo ha podido salir ésto de la impresionante saga de "Ice Age" (sin tener en cuenta su cuarta parte, desde luego). No sé si será porque la vi con el cine lleno de niños, por el ilegal doblaje o qué, pero me pareció lo más soso y aburrido que he visto en animación hasta ahora. Tanto color y tanto diálogo acaba agobiando y haciendo que te revuelvas cinco o seis veces por minuto en tu asiento. Eso sí, para los niños es ideal. No es tan buena, ni de lejos, como la primera, pero para entretener a los más pequeños de la casa durante hora y media es perfectamente válida.

Y ahora que he mencionado "Ice Age", quizá mi próxima actualización se base sobre esta impecable saga.

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